1. Tocarle la barriga sin su permiso.

2. Insinuar que está gorda: “¿Estás segura de que no son gemelos?

3. Insinuar que se va a quedar gorda: “Una chica que conozco subió igual que tú y nunca recuperó su peso”.

4. Cuestionar el futuro de su piel: “Con esa panzota, seguro que te van a salir estrías”.

5. Dejar de decirle señora o señorita y empezar a llamarle “mamá”.

6. Hablarle en diminutivo: “Ahora, las mamitas, extiendan sus bracitos…”

7. Preguntarle y preguntarle por el nombre del bebé. (Si no te lo dice es porque no te lo quiere decir).

8. Juzgarla si opta por cesárea.

9. Juzgarla si quiere parto natural.

10. Sugerir que es débil: “Yo trabajé hasta un día antes de dar a luz. Incluso con las contracciones”.

11. Aconsejarle ir a tener el bebé a Santiago.

12. Cuando ya ha debido dar a luz y todavía no pasa nada, llamar a preguntar si ya nació.

13. Cuando ya ha debido dar a luz y todavía no pasa nada, aconsejarle que le hable al bebé y le diga que ya es hora de nacer.

14. Cuando está a punto de dar a luz, llamarla del trabajo y preguntarle: “Quería saber si ya nació tu bebé y si ya saliste de la clínica. Así puedo pasar por tu casa para que me expliques cómo seguir con el proyecto que quedó a mi cargo”.