Eternamente agradecida
Comenzamos un proceso con mi familia y con el equipo médico
Yo llegué a consulta con un embarazo de 20 semanas, con ninguna pretensión de cambiar a mi médico, sino más bien para salir de dudas respecto a cómo se encontraba mi bebé y conocer su sexo, sin embargo, le manifesté una serie de síntomas que aparecieron tras mi primer parto vaginal, en esa consulta el Dr. Pizarro me da cuenta de lo anormal de mi situación y que esos síntomas que yo había hecho parte de mí tenían solución.
Yo estaba nerviosa pues era la primera vez que hablaba de lo que me pasaba con otro médico, tras esa visita médica comprendí lo vulnerada que me sentía y como yo había reprimido mis emociones, pues yo llevaba dos años con una fistula recto-vaginal y que el escape de gases y el intercambio de flujos vaginales y rectales tenían que ver con este diagnostico y no con un parto normal.
Desde allí comenzamos un proceso con mi familia y con el equipo médico que lo conformaban el Dr. Pizarro y la matrona Yessica Rojas, no tan solo de acompañamiento en mi embarazo sino también en esta nueva patología para mí, y digo nueva porque yo ya la hacía parte de mí, ya que había desplegado una serie de estrategias para que los otros no se dieran cuenta de lo que me ocurría.
Es así como mi hijo nace de 37 semanas a través de una cesárea, y donde este equipo generó que este nuevo parto fuera diferente al primero y que no fuera relevante para nosotros como familia que haya sido a través de una intervención y no por parto vaginal.
En todo momento me sentí acogida
Quedé asombrada cuando al día siguiente el Dr. me visita y se interesa en abordar mi estado emocional, pues no estamos acostumbrados a que él otro nos contenga de esa forma, y con mucha propiedad puedo decir que este segundo parto fue mucho mejor que el primero, y que eso no cambia el amor por mis hijos.
Posterior a esto vino mi segunda cirugía, la corrección de esta fistula recto-vaginal, y aquí es donde quedó aún más plasmado en mí el espíritu del equipo, ya que en todo momento me sentí acogida, acompañada, comprendida y contenida, viví periodos complejos ya que no es fácil entender lo que había sucedido, y como yo me había anulado como mujer y pareja, el equipo estuvo conmigo en el proceso de rehabilitación y aquí rescato cuando el Dr. Pizarro emite un informe donde plasma que se estaba atendiendo no solo mi estado de salud físico sino que también era importante mi estado emocional.
Hoy a 5 meses de esa cirugía y tras mi último control médico esta semana, puedo señalar que me siento preparada para agradecer todo lo que han hecho, como nos acogieron junto a mi familia, y dejar esta experiencia como un aprendizaje de vida, donde rescato lo bueno y malo y lo hago parte de mi historia.
Eternamente agradecida de ustedes.