Para ser sincera tuve sangramiento todo el embarazo, lo cual me tenía asustada todos los días, pero ese día él y su equipo me dejaron ¡plop! me sentí cómoda y nadie me cuestiono por ser chica o otros descalificativos que me decían en otros lados ella llegó en un ambiente de amor y festejo, todos me hicieron sentir bien.
Mi segundo parto fue el sábado 1 de junio, fue como llegar a un hospital donde estaba mi familia todos me preguntaban cómo estaba, me deseaban bendiciones y cosas así. Cuando llegó Elena fue lo mejor, pude dar pecho al primer instante que nació y lo más importante, no sentí el miedo de los hospitales, el doctor Pizarro me trata como si me conociera de toda la vida, siento que si él no está no podré tener más hijos mi familia lo adora.